Me tocó dejar de ser niño escuchando estribillos de baladas en español… recuerdo uno que dice: "unos que nacen, otros que se van", aunque me gustaba la tonada me costaba dificultad entenderla tal vez por lo joven que era, por eso tampoco se me antojaba preguntar su significado. —Lo entona Julio Iglesias—. Pienso en lo paradójico que resulta encontrarnos frente a la figura humilde e ingenua de Paul Potts. ¡Que tipo tan querido, tan él! Paul es un personaje de esos que esperan el TransMilenio en cualquier barriada bogotana o de esos que se acomodan en Elephant en espera del metro, o porque no, en la mismísima Galería de Armenia, en el Quindío colombiano. Un grande que desde las tinieblas aparece apachurrando a los perceptores de lo ridículo, estableciendo la diferencia entre el ser o no ser, plagando de energía a quienes hemos tenido el privilegio de conocerlo en una pantalla de video de tres por dos pulgadas en YouTube que Paul agrandó con su Nessum Dorma y la hizo ver como el más grande Sony Bravia de nuestros días. Paul esta llamado a gobernar de alguna manera sobre el adios de Pavaroti elogiado también por su inmensidad.
…Unos que nacen otros que se van… La vida sigue igual.
Si no has visto a Paul, hazte una idea de él activando su video en este blog. Clic aquí para verlo
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